Más de 3.000.000 de pacientes están en tratamiento de hemodiálisis en todo el mundo. Por lo general,
se realizan tres sesiones a la semana. Esta tasa ha ido aumentando cada año: actualmente se ha
estimado en unos 600 millones el número de personas con enfermedad renal crónica.
¿Cómo funciona?
La válvula “OAS”, gracias a su geometría, su membrana elástica y la interacción de fuerzas que tienen lugar en su interior previene la entrada de aire en el circuito hemático; evitando así paradas intermitentes, sesiones de diálisis más largas y mayor gasto en recursos humanos y materiales. Vea el vídeo explicativo.
Un pequeño dispositivo con grandes ventajas
OAS (Occlusive Air System), es un dispositivo más pequeño que las soluciones actuales, su coste de producción
es menor y es reutilizable, al no existir interacción de fármacos en su interior (toda la cantidad de
medicamento se infunde). Es igualmente desechable y posee una conexión universal LUER®.
Conectándose una sola válvula “OAS”, al puerto arterial, puede realizarse terapia intravenosa segura,
existe mínima manipulación y se respeta el protocolo de Bacteriemia Zero. ¿Que más puede ofrecer?
Evita las paradas intermitentes del sistema
Reduce el gasto en recursos humanos y materiales
Evita la contaminación bacteriana del sistema
Aumenta la calidad del tratamiento
Mejora la seguridad del paciente
El OAS (Occlusive Air System) es el nombre con el
que el enfermero Carlos Esteve Piñeiro ha bautizado
al dispositivo que patentó en enero de 2014. "Se trata
de una pequeña válvula que evita la entrada masiva
de aire que se produce desde el sistema de suero
hacia el circuito de diálisis.
Un enfermero inventa una válvula para
evitar la entrada de aire durante la diálisis
y mejorar la seguridad de los pacientes.
Evitar la entrada de aire desde el sistema de
sueroterapia durante los tratamientos de diálisis es
el principal objetivo del OAS (Occlusive Air System),
una pequeña válvula que ha inventado el enfermero
Carlos Esteve y que pretende ser una revolución
en diálisis, que aumentará la seguridad del paciente
y minimizará posibles riesgos.
El enfermero, Carlos Esteve, inventa una válvula
que pretende revolucionar la diálisis aumentando
la seguridad del paciente y reduciendo los riesgos.
Esteve, que trabaja actualmente en el Hospital
Universitario Infanta Sofía, reconoce que desarrollar
este revolucionario dispositivo no ha sido tarea sencilla
“Inicialmente fue sólo una idea esbozada en una hoja
y necesité de la colaboración de varios ingenieros
y diseñadores de 3D para conseguir el prototipo”